lunes, 25 de agosto de 2008

Domingo 30 de Septiembre 2007
Diario LA NACION - Buenos Aires


Juan Pablo Di Pace
A LA CONQUISTA DE HOLLYWOOD
El actor argentino participa en la versión fílmica del musical Mamma Mia!

Por Adrián Sack Para LA NACION

LONDRES.- Juan Pablo Di Pace ha hecho hasta ahora, en sus 28 años de vida, varias cosas bien: llegó a cantar, actuar y bailar en la versión británica del musical Chicago en los personajes de Billy Flynn y Aaron, a protagonizar series de televisión como Aftersun o River City , vivir un electrizante romance de ficción con Kelly Brook en la película Three , y hacer alarde de su don de la sensualidad en los videoclips de las remakes de los temas "Call On Me" y "Flashdance", que también se ha dado el gusto de dirigir.

No es casualidad, entonces, que por prolífica, concentrada e hiperactiva que resulte su carrera, este muchacho nacido en el distrito bonaerense de San Martín pueda hoy agregar una nueva actividad: la de codearse todos los días y desde hace meses con Meryl Streep, Pierce Brosnan, Julie Walters y Colin Firth. Junto a estas estrellas, Di Pace comparte el elenco y los sets de filmación de una nueva superproducción hollywoodense, de estreno previsto para mediados del año próximo. "Estamos rodando Mamma Mia! , es decir, la versión fílmica del musical basado en la obra del grupo sueco ABBA, que tanto éxito ha tenido últimamente en el West End", anticipa a LA NACION en uno de esos céntricos bares londinenses que al artista le hacen extrañar el "encanto más intimista y relajado" de las confiterías porteñas. "En la película interpreto a Petros, un chico griego que trabaja en el restaurante de Donna, el personaje interpretado por Streep. Me siento muy bien en el personaje y considero que es una alegría y un honor poder estar con tantos monstruos trabajando cotidianamente", comenta.

Aunque el joven talento argentino no puede disimular su satisfacción por este presente soñado de pantalla e ilusiones grandes, en su relato -siempre pausado y medido- surgen constantes y aún frescas alusiones al accidentado camino que debió recorrer. "Mi idea, de chiquito, era en realidad llegar a ser algún día dibujante de Disney. Siempre fui bueno con el lápiz en mano", reconoce. Pero el destino quiso que en vez de irse a Estados Unidos terminara en Europa con toda su familia, y que en lugar de pasar sus días frente a un tablero lo hiciera, sobre las tablas de los escenarios italianos y británicos.

"Cuando tenía 12 años, a mi padre, que es gerente de marketing, la empresa en la que trabajaba lo trasladó a Madrid, lo que para mí fue una gran noticia, porque quería cambiarme de colegio y, al mismo tiempo, probar cómo era vivir en otro país", recuerda.

Aunque a los dos años el padre decidió volver a la Argentina con toda su familia, al entonces adolescente Juan Pablo la "muestra" de Europa le bastó para convencerse de que quería seguir allí, al menos, por un tiempo. "Mi mamá se opuso, pero salió un concurso para ir a estudiar a Italia y la suerte me dio la excusa que necesitaba", recuerda. Tras finalizar su secundario en una escuela internacional en Trieste, Di Pace cayó en la cuenta de que para seguir creciendo como actor en Europa no había mejor ciudad que Londres. Pero con su decisión, en este caso, no alcanzaría, y otra vez la vida le ayudaría a señalarle el camino. "Yo me había presentado para una beca en una Escuela de Teatro británica, y a último momento esa oportunidad se suspendió. Así fue como, para no tener que volverme a Buenos Aires tan tempranamente, preferí aceptar otra beca que sí me fue dada, pero para estudiar danzas".

De esta manera, un poco por voluntad propia y otro poco por azar, aquel actor en ciernes comenzó a desarrollar otra faceta artística cuyo potencial, hasta ese momento, había ignorado. "En los tres años que duró la carrera en el London Studio Centre descubrí que bailar y cantar me gustaba más de lo que había imaginado, y me sirvió para incorporar una habilidad indispensable para poder transformarme en un «artista completo», que es lo que siempre se busca en Hollywood y Broadway, aunque no aquí en Londres, donde ese concepto suena un poco snob", acota.

El abogado de Chicago

A pesar de todas las sorpresas y oportunidades, la puerta más grande se le abriría poco antes de terminar sus estudios, cuando tras una audición consiguió el papel del abogado Aaron en Chicago . "Pero me puse más contento todavía cuando, en los 10 meses que hice la obra, pude interpretar en varias oportunidades a Billy Flynn, que es el personaje que encarna Richard Gere en la versión fílmica. Y lo notable es que, según me dijeron, fui el más joven en la historia en hacer ese papel", comenta, no sin un inocultable dejo de comprensible orgullo.

Si bien aquel no fue el salto de calidad que buscaba, ya que desde siempre prefirió actuar a bailar y cantar, Di Pace encontró en Chicago el primer escalón hacia la fama en el ámbito local. De la mañana a la noche, la imagen de su rostro en actitud provocativa inundó, en forma de afiche promocional, todas las paredes y carteleras más importantes del West End londinense, y su suceso le permitió encontrar un representante y una mejor posición en los castings para cine y televisión. "Lo primero que hice fue la película Three ", recuerda sobre esta producción, que filmó junto a Billy Zane y Kelly Brook, posiblemente la actriz más cotizada por sus encantos en Gran Bretaña después de que Elizabeth Hurley decidiera no reincidir en la actuación. "Fueron siete semanas muy buenas para mí, ya que filmamos en las Bahamas, en paisajes paradisíacos y con una producción de primera categoría. Mejor no la pude pasar", admite.

Poco después de finalizar esta primera experiencia cinematográfica, Juan Pablo cambió el sol caribeño por el no tan estimulante cielo de Escocia, país en el que participó en River City , una clásica serie televisiva producida por la BBC. Pero su paso por este popular programa no sólo significó un aporte más a su currículum. "Como tenía mucho tiempo libre, me compré una laptop con programas para editar y una filmadora. Con estos elementos empecé a hacer cortos", revela. En uno de esos largos recreos, viajó a Milán y grabó el corto La belleza , donde hizo debutar como actriz a su propia madre, Marta Maineri, una pintora que en la actualidad expone sus trabajos en diversas galerías de Italia.

No obstante, lo que empezó casi como un hobby encontraría pronto un lugar entre sus realizaciones profesionales. Tras el éxito y la enorme repercusión que tuvo el video de la remake del tema "Call on Me" en 2004, que el bonaerense protagonizó junto con la curvilínea artista australiana Diane Berry, la compañía Universal Records le ofreció a Di Pace dirigir la segunda parte del video, donde también actuaría la misma pareja, pero esta vez con el tema "What a Feeling", de la película Flashdance , como hilo conductor de la historia. "Les pasé una propuesta de guión y un presupuesto acorde a lo que querían, y aceptaron. Por suerte también anduvo bien en los charts", dice el también director sobre el video, que aún es pasado con gran frecuencia en los canales de música británicos.
Este año, aunque Juan Pablo no dejó de lado sus planes de dirigir -tiene una docena de proyectos en carpeta, más otra película que protagonizará en Italia- el artista ha concentrado sus esfuerzos en atender el llamado de Hollywood. "A Mamma Mia! llegué como por ósmosis, ya que la directora de casting de la película me conocía del musical Chicago . Se dio todo de repente, ya que tuvimos la reunión inicial el 3 de mayo, y al otro día ya estábamos ensayando en los estudios Pinewood, de Buckinghamshire", dice.

Pero más allá del éxito actual y de aquellos deseos de su adolescencia de dejar su país natal en busca de nuevos horizontes, hoy Juan Pablo asegura que le encantaría actuar y hacer películas en la Argentina, con la que sigue conectado profesionalmente a través de su amigo de toda la vida, el director cinematográfico Andrés "Pepe" Estrada.

"Hace casi tres años que no viajo a mi país, pero hoy tengo más ganas que nunca de estar un tiempo allá. De hecho, estoy considerando la posibilidad de ir, en cuanto pueda, por un mes para aprender a bailar el tango como es debido, porque en ningún lado se baila como allá", afirma, ya con la nostalgia puesta algo más allá de sus añoradas confiterías porteñas.

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